SALOMÉ


Lo bueno y lo malo, una alegría y una preocupación, un avance y un dolor… todo eso se puede arremolinar en un mismo día. Y no necesito apostar nada a que seguro que mucho más también.

¿No es eso el yin y el yang?

Estamos hablando de días intensos, de un bebé precioso que nace en el mismo día que una amiga preciosa se recupera de otra operación más. Hablamos también de peronés y cicatrices que avanzan pero aún ralentizan. De ratitos diversos por dentro y por fuera, que se han ido dando el relevo en una carrera de obstáculos y rectas.

Hablamos, tal vez, de la vida que nos va llevando. Y ante todo eso…

Ante todo eso, efectivamente, Salomé. Que tiene el don de hacerme sonreír cuando la miro. Siempre.

Pd. Bebé precioso, bienvenido. Te debo un ratito solo para ti y será pronto.

Pd 2. Amiga preciosa, no dejo de pensar en ti.